miércoles, 14 de enero de 2015

Por Gilbert Remond

«Todos somos Charlie», proclama Libération.Yo no.
No hice campaña a favor del Tratado de Maastricht. No soy Charlie.

Nunca he comparado al Partido Comunista con el Frente Nacional. No soy Charlie.

Nunca he apoyado los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia. No soy Charlie.
Nunca hice campaña por el SÍ en el referéndum de la Constitución Europea en 2005. No soy Charlie.
Nunca he querido hundir a Denis Robert ni he defendido el caso Clearstream. No soy Charlie.
Nunca he pensado que Cuba es una dictadura. No soy Charlie.
Nunca pensé que Chávez era un dictador. No soy Charlie.
Nunca aprobé el bombardeo de Libia. No soy Charlie.
Nunca me alegré del asesinato de Gadafi. No soy Charlie.
En 2006 estuve en contra del ataque de Israel a Líbano. No soy Charlie.
No tomo partido sistemáticamente por Israel contra los palestinos. No soy Charlie.
No cierro los ojos al nazismo en Ucrania. No soy Charlie.
Opino que Femen es un movimiento procedente de la extrema derecha ucraniana. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea un país peligroso para la paz mundial. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea responsable de la situación en Ucrania al contrario que la UE y la OTAN. No soy Charlie.
No llamé a la intervención en Siria. No soy Charlie.
Nunca he considerado héroes a los opositores sirios, siempre he pensado que son fanáticos islamistas más o menos manipulados. No soy Charlie.
Los periodistas de Charlie, como los policías y el encargado de mantenimiento muertos, obviamente son inocentes y sus asesinatos injustificables, pero no inventemos héroes…
Rendir homenaje a las víctimas, por supuesto, pero no es alrededor de Charlie y sus "valores" donde querría ver reunirse al pueblo francés… y rechacemos esta unión nacional que enmascara la intención real de los terroristas y las responsabilidades aplastantes de los dirigentes franceses en el odio suscitado por nuestro país…

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