Puntuación: 5
Dejando a un lado esta película, creo que el humor es caduco, lo que le hacía gracia a nuestros padres no nos la hace en igual medida a nosotros, y lo que les provocaba carcajadas a nuestros abuelos menos aún. Lo mismo ocurrirá con nuestros hijos, nietos y así por los siglos de los siglos. Evidentemente, hay un humor universal que soporta el paso del tiempo. La escena de Charlot comiendo el pastel de la moneda en El gran dictador siempre será tremendamente graciosa. Yo veo las películas de Cantinflas y sí que me hacen gracia. Pero en líneas generales, el humor es, como ya he dicho, caduco. Por tanto, yo veo esta película de los hermanos Marx y no suelto una sola risa en la hora y media que dura.
Puede que haya un par de escenas que te gusten, que veas que son ingeniosas, pero nada más. Por lo menos es lo que a mi me pasa, igual soy un bicho muy raro, no lo se. Toda la película es una sucesión de diálogos y frases de Groucho del tipo:
"La cuenta de nuestra cena es una barbaridad, es un atraco, yo que usted no la pagaba".
"Estaba con esa señora porque me recuerda a usted,este restaurante me recuerda a usted, ahora estoy contigo porque me recuerda a usted, todo me recuerda a usted, excepto usted"
Y así una tras otra, una tras otra. No se cómo puede ser tan adorada por tantísima gente. Groucho con sus andares y sus frases llega a ser sumamente cansino ( ya podéis lincharme) incluso le llegas a coger manía. Ojo! hablo de esta película y para nada generalizo. Sé de sobra que es un grande y que su nombre está ligado de por vida al cine. Sin embargo, mentiría si dijera que creo que Una noche en la ópera es la comedia por antonomasia y una auténtica joya del séptimo arte.
Es un clásico. Un clásico repleto de gags, siendo un par de ellos ingeniosos.
Puede que en otra ocasión me conquistes Groucho.
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